martes, 10 de junio de 2014

5 claves en la construcción de El Huerto de Lucas


Recientemente te hablamos de nuestro último proyecto, El Huerto de Lucas, que estaba a punto de abrir sus puertas. Hace unas semanas asistimos a su inauguración y pudimos disfrutar, por fin, del espacio completo y lleno de vida.


Pero, ¿cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Cómo ha sido el proceso de transformar una antigua panificadora abandonada en un mercado orgánico? ¡Te contamos las claves de la obra!





1.- El estado existente. El local, una antigua panificadora escondida en las callejuelas del madrileño barrio de Chueca, llevaba meses sin uso. Sin embargo muchas de sus características se podían conservar o recuperar, un ahorro económico y material.


2.- Objetivos del encargo. La Propiedad perseguía un objetivo muy claro con la obra: un lugar donde el ciclo de vida de la naturaleza encuentra un hueco en medio de la gran ciudad y el que no sólo el producto que se oferta es orgánico, sino que el espacio en el que se vende y consume está libre de tóxicos y respeta el medio ambiente. Todo esto ajustado a un presupuesto que lo hiciera viable y sostenible ecológica y económicamente.

3.- Estrategias. Para conseguir los objetivos marcados, la principales estrategias de proyecto fueron:
  • Diseño "super normal". Más adelante dedicaremos un post al diseño del mercado, pero podemos resumirlo en este concepto en el que el diseño no es el protagonista, sino que a partir de materiales y objetos cotidianos - comunes y económicos - se crea una atmósfera cercana al usuario, agradable, pero interesante y única.
  • Materiales sin tóxicos. También profundizaremos en este tema, pero es uno de los puntos clave para conseguir reducir al máximo los tóxicos a los que nos exponemos normalmente cada día (pinturas, pegamentos, barnices...) y conseguir un espacio biosaludable.
  • Reutilización, recuperación, reciclaje. Hemos reutilizado el pavimento existente en el local, un terrazo parcheado a lo largo del tiempo; mantenido y reforzado la estructura de cubierta y recuperado el antiguo lucernario existente que aporta luz natural al espacio central.
  • Vegetación: no sería un huerto si no estuviera lleno de plantas. Aportan color y frescura y, además, purifican el aire contribuyendo a la calidad ambiental del espacio.



4.- Sorpresas. Como sucede siempre en rehabilitación, a medida que avanzaba la obra tuvimos que adaptar el proyecto a los nuevos condicionantes que se daban en el local. Daños en la estructura de madera, mejoras en el sistema de saneamiento o la renovación de la cubierta por presencia de amianto, conllevaron cambios en el desarrollo de la obra. El verdadero reto fue asumirlos con la mínima variación de plazo y presupuesto.



5.- Construcción. En el ciclo constructivo se han optimizado los recursos de manera que cada decisión de diseño responde a varios motivos, cada elemento cumple muchas funciones y, primando la economía y la rapidez en la ejecución de la obra, se han minimizado las emisiones de tóxicos.


¿Te resulta atractivo un espacio que te cuida y cuida al medio ambiente? ¿Conoces algún proyecto de rehabilitación que también use criterios biosaludables? ¿Crees que es un desahogo para la ciudad? Si te interesado el post, te invitamos a que lo compartas en las redes sociales.

fotografías:
Patricia Semir
Ilumisa
more-co

No hay comentarios:

Publicar un comentario